De los incontables objetos, herramientas, artefactos y dispositivos creados por la humanidad, el libro es uno de los más fascinantes y trascendentes, “una extensión no del cuerpo, sino de la memoria”, en palabras de Jorge Luis Borges.

A lo largo de la historia de la escritura, se han empleado diferentes soportes, como piedra, madera, arcilla, pergamino e incluso plataformas digitales, en busca del espacio de inscripción que mejor pueda salir airoso de los embates del tiempo y ofrecer una experiencia de lectura eficaz. A pesar de su fragilidad, el papel ha resultado ser, paradójicamente, el soporte más duradero. Revestido de su piel de celulosa, el libro ha hecho frente a siglos de historia.

Aunque el formato de códex sigue siendo el más empleado universalmente, hasta casi convertirse en sinónimo de lo que se entiende por libro, no se ha dejado de experimentar con otras estructuras que producen distintas modalidades de lectura: cajas, biombos, pop-ups, carruseles.

La exposición “Trayectorias paralelas. Libros de artista y de editoriales artesanales e independientes en la Biblioteca Nacional de México” rinde homenaje al ímpetu experimental que, a lo largo de la historia del libro mexicano, han mostrado editores, tipógrafos, encuadernadores, artistas visuales y escritores, con el fin de ofrecer al lector una renovación constante de ese entrañable objeto. Así, el libro se acerca a diversas prácticas artísticas, como la pintura, el grabado, la fotografía, la escultura, y enfatiza su naturaleza única para alejarse de las lógicas de producción y distribución comerciales, con lo que se abre nuevos caminos.

La Biblioteca Nacional de México, cuya misión principal es integrar, custodiar, preservar y poner a disposición de los lectores el patrimonio escrito de nuestro país, por primera vez exhibe una muestra de libros de artista y de editoriales artesanales e independientes con la finalidad de revelar la enorme variedad de formas, materiales, formatos y estructuras que el objeto libro ha tenido tanto en el presente como a lo largo de su historia.

Esta exposición busca destacar los atributos formales y conceptuales de los libros de artista y de la producción de editoriales artesanales e independientes, subrayar la importancia de su preservación y estudio en la Biblioteca Nacional de México, espacio donde estas piezas contemporáneas pueden dialogar con los ejemplares históricos de sus propias colecciones para trazar trayectorias paralelas con el resto de la historia del libro, y abonar a la idea de que un libro, además de un contenedor de ideas, es en sí mismo un objeto estético.